Hoy se ha marchado para siempre Nupi, el perro de mis padres. Empezó siendo el perro de mi hermana, creo que como regalo de su 18 o 19 cumpleaños, allá por el año 2000. Desde entonces, fiel escudero de mis padres, siempre leal y siempre feliz. Seguramente uno de los perros más mimados y bien cuidados que haya conocido. Ha comido lo que no está en los escritos, desafiando las leyes de la naturaleza.
Su salud, a sus 17 años de vida, estaba muy deteriorada y hoy ha dejado de sufrir.
Cuesta pensar que los protagonistas de las fotos vuelven a estar juntos. Espero que los dos hayan ido a parar al mismo sitio y hoy se hagan compañía. No me cuesta mucho imaginarlo. Lo que me cuesta, y mucho, es creer que todo esto es verdad.