No tengo ni idea de cine, siempre lo he dicho. Quizá por eso, disfruto tanto con las películas de Alejandro Amenábar.
Esta noche hemos ido a ver Ágora, y he salido fascinado. Y eso que las críticas son bastante crueles con la película. Yo he estado 2 horas con los ojos abiertos como platos, y el final me ha dejado convencido de que aunque hayan pasado 1700 años, algunas cosas no han cambiado. Es más, en algunos países, las cosas están peor que por entonces.

De Amenábar poco que decir. Haga lo que haga, le pone un talento innato que al menos conmigo conecta. Aunque mi favorita siga siendo «Abre los ojos», reconozco que he visto todo lo que ha hecho y que siempre me ha dejado igual de bien. El problema de Amenábar, supongo, es que es español, y eso hay mucha gente que no puede con ello.