Dicen que cuándo te pita el oído es que alguien habla de ti.
Hace unos minutos, tras solucionar uno de los últimos (por ahora) marrones del AMFest, he decidido comprar un abono para mi propio festival y regalárselo a mi padre. Lleva su nombre. RAFAEL PICÓN PLAZA. En Ciudad he puesto «La Luna», y en comentarios he puesto «te llegará? Sé que sí».
Acto seguido, ha comenzado a pitarme el oído.
Pensaba que el 2º AMFest sin mi padre sería mejor, pero no. El dolor interno sigue ganando la partida mordiendo cada poco rato hasta hacer sangre.
Show must go on.