Aunque vas haciendo zigzags para esquivarlo, era bastante evidente que llegaría el momento en que en la clase de Jazmín hubiera un caso positivo. Quizá no ha sido el primero, porque con esto de la movida asintomática, nunca se sabe, pero sí el primero diagnosticado.
Por ello, esta mañana todas las niñas y niños de clase se han reunido a las 10am en la puerta del cole para una PCR grupal.
Podría adornarlo de mil maneras, pero creo que para ellas/os ha tenido que ser algo terrorífico. El escenario bien merecía una peli de terror: 2 personas vestidas de blanco y ataviadas de protección hasta el infinito («los astronautas!» gritaban los niños), la directora del colegio liderando la acción, 10 sillas dispuestas en semi círculo que hacían de la espera algo casi agónico, y un buen puñado de madres (sobretodo) acompañando a 18 pequeñas/os temerosos a pesar de que, muchas, ya tenían experiencia en la materia.
Jazmín ha sido la primera chica, pues los primeros 5 han sido niños. Todos salían con la cara seria, como si el miedo les mantuviera en shock por unos segundos más. Me ha flipado una cosa: nadie lloraba, había un silencio que daba mucho respeto, pero al llegar a casa, el grupo de whatsapp se llenó de mensajes de voz, de niñas/os, que decían: «yo solo he llorado 10 lágrimas», «me ha hecho mucho daño», «he llorado un poquito nada más» … en el fondo, joder, son pequeñas criaturas que tienen que lidiar con una historia que parece sacada de un cuento de terror.
Me ha parecido injusto que Jazmín pasara por esto. A los 8 años, desconozco como marcará en su carácter todo lo que estamos viviendo, pero dudo que sea algo positivo. No tardarán en surgir miedos, negativas al afecto, etc… Creo que incluso nos pasará a nosotros.
Por ahora, y me doy cuenta que ya solo escribo en el blog para el día que me muera y que Jazmín tenga información, seguimos evitando al bicho. Estamos a noviembre de 2020, llevamos 10 meses de pandemia, y nadie cercano ni ningún familiar ha caído. Tengo muy claro que quedan meses de pandemia, o quizá años, que seguirán llegando oleadas y que seguiré viviendo nuevas escenas de terror como la de esta mañana. Quién iba a decir que la vida acabaría convirtiéndose en una película así …
No Comment