La recordaba fría, hostil y gris. Creo que no ha cambiado mucho. Manchester es una ciudad del centro de Inglaterra que seguramente refleja perfectamente a la sociedad actual inglesa. En realidad, seguramente es el reflejo de muchas otras sociedades, aunque particularmente el traje le sienta mejor aquí.
2 chicas nos alojan en su casa, la ya clásica de 2 pisos con mucha moqueta por todos lados y situada en una calle larga y con decenas de casas iguales. Un barrio que tiene, también, todas las calles iguales. La única división la hace la gente. Hay zonas musulmanas. Hay zonas para negros. Y parece haber zonas para ingleses, de esos rubios y rubias que aun quedan por aquí. Pero no parecen mezclarse, a pesar de haber visto grupos de niñas dónde la mezcla natural parecía dar señales de vida…
Pero las calles principalmente están desiertas. Imagino a las familias en su casa con sus decenas de canales (las paredes rebosan antenas parabólicas), con sus niños de 3-4 años jugando a sus Ipads y amargados pensando en el trabajo del día siguiente. Y lo peor, para la gente joven no parecen las cosas mejor.
Ayer por la noche simplemente estuvimos en casa. Hablando, bebiendo. Y ellos se drogaban. Tenían una bolsa con speed que nos ofrecían cada poco rato (nunca me he drogado). No parecían felices. Ponían música (Oasis, Groove Armada, Placebo) que yo disfrutaba cuándo ellos no habían nacido. Me hablaban de Jeremy Corbyn como una esperanza incluso para ellos que eran anarquistas (¿qué anarquista confía en un político?). Y a las 4am se hacía de día. Como entendía en esos momentos las letras de Kate Tempest.
Seguro que hay otro Manchester mejor y otras visiones de la sociedad inglesa que yo no he podido comprobar y que espero encontrar estos días. Pero estas 24h me han servido para recordar a Mike Leigh, en todo momento me sentí dentro de una película suya, y eso implica que las cosas en los últimos 20 años han cambiado poco por aquí, y si cambiaron fue a peor. Que vuelva el punk ya.
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