El trabajo de técnico de sonido tiene muy mala fama entre todo el mundo. Grupos, público, y hasta los mismos técnicos, acostumbramos a hablar de nosotros mismos sólo para criticar.
Cada uno tiene sus formas, pero me gustaría explicaros como trabajo yo, tanto como técnico de sala como técnico de directo que ha girado por medio mundo conociendo salas y festivales. El propósito no es otro que mostrar cosas que se esconden detrás de nuestro curro.
EN LA SALA DÓNDE TRABAJO
En sala trabajé durante un año en FNAC Triangle y ahora llevo 7 meses en la BeGood (Barcelona). Desde el primer momento, los responsables de la sala me dejaron como la persona que hace la bienvenida a la banda. Reconozco que es algo que me gusta. Intento mostrarme cercano a la banda para buscar conectar con ellas/os. Viniendo para la sala, escucho su último disco y pienso en como sonarán en directo. Creo que escuchar el trabajo de la banda con la que trabajarás es importante. Si bien no siempre puedo, es algo que me tomo como norma para luego comentar la jugada.
Si he recibido el rider, intento tenerlo en la cabeza pero no dejarlo todo listo antes de que lleguen, porque la gran mayoría de veces hay cambios y prefiero no tener que cambiarlo todo sobre la marcha. Tenemos sólo 16 canales disponibles y tardo poquito en cablear.
Busco que los músicos y músicas estén cómodos desde primer momento, sin muchos fallos técnicos, de hecho en 7 meses creo que se me han escapado 2 acoples nada más y por fallos de concentración. La sala suena muy bien, intento ayudarles en la colocación, dejando libertad absoluta a nivel de volúmenes. También respeto mucho la forma de tocar de los baterías, intentando que con los baterías más jazzies no usar ni puertas ni compresores. Eso lo comento con ellos/as cuándo les veo tocar, sé que es algo que gusta y les hace sentir bien. También acostumbro a felicitar a los músicos cuándo realmente lo que hacen me gusta, incluso cuándo no me gusta pero veo a una banda tocar realmente bien.
Durante el concierto, me coloco siempre en el punto de vista de los músicos y nos vamos mirando durante el bolo. Cualquier cambio es rápido y no suele haber problemas. Es importante estar todo el bolo concentrado y salvo días en los que el pescado se ha vendido en la prueba (que aprovecho para ayudar en la barra o escribir en mi blog), intento estar todo el bolo por la banda.
Cuándo viene un técnico con la banda, intento a ofrecerle todos mis trucos, darle lo máximo posible a todos los niveles y me gusta aprender de quién viene y de su forma de trabajar. A veces vienen técnicos (de momento no ha venido ninguna técnica, ya tengo ganas) inseguros y comento con ellos jugadas para hacerles sentir mejor. Otras veces viene gente experimentada, mucho más que yo, y simplemente disfruto.
Me gusta cuándo los técnicos que vienen respetan o al menos se interesan por mi trabajo en la sala. Cuándo prueban mis EQs o mis ajustes, o al menos se interesan aunque luego evidentemente los cambien. No me gusta aquel que viene con todo como si lo suyo fuera superior y sin haber preguntado nada antes. En todo caso, incluso en casos en que los aires del técnico son de cierta superioridad, intento darlo todo y aprender a saco de su trabajo, porque si algo tengo claro es que se puede aprender casi de todo el mundo. Los técnicos que vienen con mesa, racks, … lo tienen todo tan claro que mola aunque suelen ser menos comunicativos y cuesta más charlar y aprender.
DE GIRA
He tenido la suerte de girar con muchas bandas que me gustan: Nueva Vulcano, (lo:muêso), Toundra, Exxasens, Viva Belgrado, The Last 3 Lines … Hay una serie de cosas que me gustan mucho hacer.
La primera es, como decía antes, comentar la jugada con el técnico de la casa que visito, sea una sala, un festival … No sólo como muestra de respeto a su trabajo, sino (otra vez) para aprender. Me encanta compartir anécdotas, detalles y trucos con la gente que curra allí siempre.
No suelo probar el equipo, aunque a veces sí lo hago con varios temas (Queens of the Stone Age, Biffy Clyro, Portishead, por este orden). E intento partir siempre de las EQs del técnico local. A partir de ahí, y siempre que puedo, llevo toda mi microfonía. En este sentido sí que es importante llevarse bien con el técnico local. Lo de llegar con todo lo mío del palo «aquí llego yo» … lo veo a veces como la entrada de un elefante en una cacharrería. Siempre pregunto, además, por la microfonía del sitio, si hacen falta aéreos o no, … Compartir con la persona con la que trabajas.
Cuándo son festivales o conciertos en los que no puedo probar sonido, acostumbro a estar los bolos anteriores estudiando a los técnicos previos. Sobretodo el nivel de las ganancias. Es importante también cuándo sólo puedes probar con cascos y con la PA cerrada. Muchas veces incluso hablo con el técnico en cuestión y paso 5 minutos a su lado.
En general, para mí es importante salir de una sala con la sensación de haber pasado un buen rato con el técnico de la casa. Para algunos, esto podría significar una falta de seguridad, pero no tiene nada que ver. Sé muy bien el tipo de técnico que soy, mis limitaciones y qué es lo bueno de mí, y con qué bandas mi trabajo brilla más. Es simplemente una forma más humana de ver una profesión a veces cargada de egos imposibles y de gente que cree que su conocimiento es superior al de los demás.
En este punto, es importante comentar que desde hace muchos años, intento nunca criticar el trabajo de un compañero/a. Cuándo asisto a conciertos, tampoco intento verlos sólo como técnico, sino como público. Y siempre que puedo, intento acercarme a felicitar a la persona que está tras los mandos. A mí me sienta bien alguna palmadita en la espalda tras un bolo, sólo intento hacer lo mismo.
VISTO DESDE EL PÚBLICO
Desde hace tiempo me planteo escribir un artículo para ayudar al público a vivir mejor un concierto. Muchas veces me sorprenden los comentarios negativos que leo en las redes sobre ciertos conciertos, algunos míos y otros no. No suelen haber comentarios positivos o que feliciten a los técnicos. Es un poco el trabajo de los árbitros, cuándo no hablan de ti suele ser bueno 🙂
Antes de criticar el trabajo de un técnico, hay cosas a mirar. La primera y más importante, tu posición en el concierto. En muchas salas, si te pones en primeras filas, la PA no llega y no escucharás la voz. Las mejores posiciones son en medio de las 2 lineas de PAs. Allí suele haber un buen grave y un buen equilibrio.
En salas alargadas, cuánto más atrás te sitúes, peor, ya que la potencia de las PAs suele ser limitada. Benditas las salas que cubren con presión similar toda el area del público, pero son pocas.
Con esto quiero decir que muchas veces un bolo puede sonar muy bien para un porcentaje de la sala, y que justo tú te sitúes en un sitio malo (agujero de graves, rebotes, frecuencias estacionarias). Y eso no significa que el bolo haya sonado mal, puede significar que la sala suena mal, que allá dónde estás un ampli llega más directo y te está friendo … Son cosas diferentes a mi parecer.
Se suele decir que desde la posición del técnico es desde dónde mejor se oye, pero no siempre es así. Hay salas con el técnico arriba de unas escaleras, o festivales con el técnico a mil kilómetros de distancia. Pero sí que es cierto que si la colocación es en medio y a una distancia prudencial, situarte delante del técnico suele ser un punto positivo.
Luego está la gente que «no entiende», por ejemplo, los conciertos de rock ruidoso y su diferencia con los discos, y eso me ha pasado bastante con Nueva Vulcano o Viva Belgrado. Sus discos están producidos para que la voz y las letras se entiendan (muy bien producidos ambos por el maestro Santi García), pero ese proceso de producción no siempre es posible en directo, sobretodo en salas pequeñas. Aun hay gente que cree que los discos se graban con la banda tocando todos al mismo tiempo y dándole al REC 😀 (esto daría para otro artículo). En salas pequeñas, el técnico controla parte de lo que pasa, pero los volúmenes de los amplificadores y como éstos afectan al resto de la sala… eso no se suele controlar.
Al final en mi caso, sonorizo como me gusta el rock, y a mí me gusta enterrar las voces hasta el punto de que las cante quién se las sepa. En los casos antes mentados, no estoy sonorizando a bandas de pop con la voz arriba y clara, sino a bandas de rock, que hacen mucho ruido, y a mí ese ruido me encanta que te dé una buena bofetada. La voz viene después, sí se entiende genial, pero no es mi objetivo único.
Dicho esto, es importante: un concierto no suena bien o mal porque tú no entiendas la voz. Pero vamos, al final todos somos seleccionadores de nuestro país y todos somos técnicos de sonido. Tu opinión la puedes decir en redes sociales y, como decía antes, suele ser negativa y siempre acusa al técnico. No leo opiniones malas sobre «qué mal ha tocado tal» o «qué mal ha cantado cual» o «qué rebote a 200Hz tiene esta sala» o … El técnico se suele llevar el palo y para eso estamos.
Para acabar, y volviendo al principio, decir que el oficio de técnico de sonido es flipante y un mundo inacabable. El día que crees que lo sabes todo, te pasa algo que te cambia la perspectiva y te recuerda que debes seguir aprendiendo. Es importante que se hable de la gente que está detrás de que un concierto o disco salgan adelante, sobretodo en una etapa en la que todos los programas de televisión simplemente buscan voces. La voz, para mí, es sólo algo más en la música. Sin todo lo que rodea a la voz … no habría nada.
No Comment