Ayer tuve la suerte de poder conducir para mi padre. Nunca había tenido la oportunidad, y la vida me concedió su último viaje. Menudo priviliegio.

Decidí que la banda sonora del viaje fuera Exxasens. Sonaría «Satellites«, el disco que conectó a mi padre con Aloud tras la marcha de Toundra. El disco que me conectó a mí con Aloud tras la marcha de Toundra. Lo escuchábamos a menudo cuándo subía en su coche y era él quién conducía para mí. Ese viaje de ida y vuelta al espacio, idéntico al que mi padre ha iniciado aunque sólo con el billete de ida.

Al acabar mi hermana puso el «Back to Earth«. Sus cenizas iban camino del lugar dónde reposarán próximamente. El lugar en la tierra dónde seguramente se sentía más feliz. El lugar que huele sólo a él.

Llegamos al lugar de destino mientras sonaba «Hugeness«. Os parecerá curioso, pero al aparcar sonaba la parte cantada en la que Ledesmov se deja el alma.

Nadie se dio cuenta más que yo, pero la letra, la última que oyó mi padre, decía:

«Foooor yooouuu, Rafa Picóóóóóóonnnn»