Queridos amigos, soldaditos,

hoy es el día. Podéis sentiros afortunados, tras miles de millones de compañeros vuestros desperdiciados en el camino, vosotros sois los elegidos para la gloria.

Acepto que no es una misiva fácil. Sólo puede llegar uno (si llega más de uno me buscáis un problema). Y que entre millones, el gran premio se lo lleve uno puede parecer injusto. Pero en casa siempre hemos defendido una idea: «Cuándo marca uno, gana el equipo«. Y en la conquista del óvulo debemos actuar como un equipo. Nadar a contracorriente, subir montañas imposibles en forma de trompas y buscar como locos la meta. Juntos.

Nos enfrentaremos, sin miedo, a la abstinencia de varios días, que no hace más que concentraros en un espacio reducido, como pollos de corral. A cada minuto erais más y creedme, se notaba. Lo siento, son las normas. Nos enfrentaremos a la frialdad de una habitación, a la sensación estúpida de tener un bote vacío en la mano del que no llenaremos ni un 1%, a la ayuda de unas revistas ochenteras y caducas, a las prisas y el estrés de la vida moderna… Contaréis esta vez con la ayuda de la ciencia, que eliminará de vuestro lado a aquellos que no están en plenas condiciones de asumir el reto. Descabezados, sin cola, con formas extrañas… Al final hacemos con vosotros lo mismo que hace la vida: desechar a los que no sirven. No deja de ser un poco triste, ¿no?

Pero dejando de lado sentimentalismos, tras 25 meses de intentos, estáis preparados para conseguirlo. El camino ha sido allanado y seguramente lo reconoceréis a la primera, incluso es posible que ya tengáis programada una quedada. Debería ser así. Esta vez no habrá excusas propias de vagos ni caminos cerrados por mal tiempo. Esta vez os lo hemos puesto fácil. Sé que es una responsabilidad grande, pero sois muchos. Sé que no sois los más rápidos, pero sí que sois los mejores. Sé que tenéis las mismas ganas que yo de llegar a buen puerto en esta aventura de crear una nueva vida.

Y ojo, si al final no lo conseguís, vendrán nuevos compañeros y seguirán intentándolo. Pero confío en vosotros. Sois los elegidos, y sé que no me vais a defraudar.

* El 9 de mayo, Núria y yo nos hemos sometido a un primer intento de inseminación artificial. Y prefiero tomarme la vida con buen humor 🙂