Marché a Santiago de casualidad y comprando los billetes la noche antes. No siempre los grupos tienen detalles tan bonitos como el que tuvieron Toundra en ese momento. Realmente necesitaba ir a Santiago, volver a sonorizar en Capitol y desconectar un poco, además de estar con mis amigos. Cuando te hacen sentir parte de un equipo se agradece hasta límites insospechados.
La ciudad como siempre magnífica, la producción excelente, y la Capitol tal y como la recordaba. Equipo EAW en line array, potente y nítido, aunque para mi gusto con una pequeña carencia en cuanto a subgrave. Quizá pido mucho, porque lo cierto es que la sala suena preciosa. Además, disfrutar de mi mesa favorita, la Digidesign Venue siempre es un placer. Y un gran tipo como técnico, por cierto. Mola trabajar con gente maja.
El concierto sonó contundente y a gran volumen, como es costumbre. Sigo viendo pequeñas lagunas en algunos temas nuevos, sobretodo en la definición de las guitarras, algo que curiosamente no pasa con los temas antiguos. A pesar de eso, la gente quedó contenta y volvió a suceder eso tan interesante que es cuando la gente, al salir de la mesa, se acerca a felicitarte y a darte las gracias. Además, no pasó sólo una vez. Felicitaciones que llegaron en un gran momento.
Al día siguiente volvía a La [2] con El Tercer Semestre y Santa Rita, y con mi amigo Xavi. Creo que estaba muy cansado para trabajar, y si algo he aprendido en estos años, es que cansado tus sensaciones al mando de una mesa nunca son buenas y tu concentración sufre muchísimo. Hubieron pequeños problema con el bombo en E3S, bombo que sonorizaba sólo con un E901 (sin micro fuera). Y lo noté. Me he acostumbrado a trabajar con 2 micros de bombo y cuando no los hay, lo acuso. A pesar de eso, las parte central del concierto fue tremenda y creo que el sonido estuvo a la altura.
Con Santa Rita sufrí durante los primeros 15 minutos. A los 30 segundos, tenía 3 personas en la mesa diciéndome que no oían la voz y eso me puso nervioso. Me agobió bastante, de hecho. Si alguna vez vas a un concierto, recuerda que el técnico es persona y que necesita trabajar a gusto. Y que mínimo una canción de margen para poder maniobrar a gusto debe tener. Cambié buena parte de la mezcla en favor de la voz, y hubo que reconstruir en base a eso. Por momentos, mi impresión es que sólo había batería y voz, aunque no era así. El cansancio distorsiona, en serio. Creo que la parte final (5-6 últimos temas) fue lo mejor en cuanto a sonido, y quizá el único momento de la noche que disfruté un poco. Los comentarios posteriores fueron todos positivos, y entre eso y el whisky del camerino, ayudaron a pasar una noche de la que (a nivel de sonido) esperaba más.
1 Comment
En Alzira pasó algo similar con la voz de Santa Rita pero a la segunda/tercera se recondujo y sonaron magníficas 😉