Hoy cumplo 34 años.

En mi facebook tengo más de un centenar de felicitaciones. Es lo más gracioso de las redes sociales. Mucha gente se acuerda de ti, te deja un mensaje cuándo cumples años, pero luego durante el resto del año (o de la vida) no vuelves a saber de ellos. Evidentemente no me da rabia que la gente me felicite, yo también lo he hecho de manera puntual, pero sí que me gustaría que mi contacto con la gente fuera mucho mayor que unos mensajes al año. Por eso, cada año dedico un buen rato a contestar, uno por uno, a todas y todos los que me felicitan. Para intentar reactivar ese contacto. Con algunos funcionará, con otros no.

La foto es un recuerdo del FIB 2011. Lo pasamos bien, muy bien. Y el último día pude volver a ver a Beth Gibbons, 13 años después de nuestro primer ‘contacto’ en la sala Zeleste de Barcelona y en los alrededores. Aquella vez, al acabar el concierto bajó a saludarnos a las primeras filas. En el FIB también lo hizo. Lo hace siempre, de hecho. Le gusta el contacto con el público. Al salir, gracias a mi pulsera de artista, tuve acceso a la puerta del backstage, y allí estaba ella, parada, haciéndose fotos con mucha gente. Núria me obligó, casi. Le dije que la había visto en Barcelona hacía 13 años y aun la amaba. Es cierto.