Uno de mis primeros tweets de la tarde fue: «Hoy empieza todo». Así lo sentía y así lo siento.
En Barcelona a las 18h, no superábamos las 2500 personas en la plaza Catalunya. Personas que, como nosotros, no sabíamos bien a lo que íbamos aunque teníamos claro que ese era nuestro lugar durante las siguientes horas. La manifestación no estaba convocada por ningún partido político, sindical ni nadie que se llena la boca representándonos cuándo en realidad no lo hacen. Sólo por eso ya valía la pena.
Cuándo llegamos a Via Layetana, tocando a la Catedral, y la cola de gente llenaba toda la calle, pensé que la cosa se había puesto seria. Calculo entre 9.000 y 12.000 personas, curiosos incluidos. Ambiente festivo, reivindicaciones leídas desde un camión con muy poca potencia sonora, y muchas ganas de cambio. Al llegar a Ciutadella, dispersión pacífica y para casa. Misión cumplida.
¿Y cuál era la misión? Bajo mi punto de vista, lo del #15m no es más que un toque de atención a los que nos gobiernan. Ese tenía que ser el objetivo, demostrar que no necesitamos ni a los medios de comunicación, ni a los partidos, ni a nadie, para unirnos en contra de algo. Si tal y como parece, la asistencia en toda España superó las 100.000 personas, el toque de atención es tremendo. Y eso contando que miles y miles de vagos se quedaron en casa pensando que desde el sofá las cosas se arreglarán o que ese es el mejor lugar para quejarse. Error. Para la siguiente, deben bajar a la calle para que el impacto sea aun mayor. Leí muchos tweets que decían: «Estoy con vosotros». No, no estabais.
En el año 2011, los jóvenes (y no tan jóvenes) ya no necesitamos ni a los medios ni a nadie para salir a la calle. Si todos utilizamos las redes sociales para gilipolleces, ¿por qué no utilizarlas para algo útil? Era cuestión de tiempo. La manifestación del #15m es una ostia de realidad a los que necesitan y buscan que estemos dormidos sin hacer nada más que debates caseros o en los bares. Parece que hay gente con ganas de organizarnos a todos los que estamos hartos de cómo están funcionando las cosas, así que el toque de atención puede evolucionar hasta quién sabe dónde.
El problema, bajo mi punto de vista, es que no tenemos un objetivo claro. No hay nadie a quién echar ni algo puntual que cambiar. Son demasiadas cosas las que no funcionan, y no se me ocurre como podríamos hacer para ir cambiando todo esto punto por punto. Tampoco entiendo mucho las prisas que parece ahora tener todo el mundo, como si hubiera de cambiar todo al día siguiente. De momento, en el #16m se está viviendo una acampada en la Plaza del Sol que yo personalmente no entiendo. ¿Qué sentido tiene? ¿Protestar? La protesta y el toque de atención ya se han hecho. Ahora habría que repetirlo en mejores condiciones y con mayor intensidad. Una acampada creo que sólo generará problemas con la policia y ya sabemos como acabará. Que la policia todos sabemos a lo que juega, ¿no? ¿Habéis leído esta noticia? Hace tiempo que sospecho que los instigadores de las grandes peleas en las manifestaciones tienen un origen cuánto menos sospechoso… En el #15m barcelonés, vimos a algún ‘joven’ encapuchado, que fueron increpados por la gente, y que salían corriendo. ¿Policías de paisano? Fijo.
Por último, me gustaría acabar pensando en algo que ayer tenía en la cabeza: ¿qué pasaría si las cosas se pusieran serias, en vez de pocos miles fuéramos muchos miles, y la fiesta pacífica de buen rollo se convirtiera en una lucha de verdad? ¿estamos preparados para algo importante? Yo tengo mis dudas. Y tengo mis dudas porque uno de los lemas ayer era la no violencia, cuándo todas las revoluciones, todas, han triunfado a base de ostias. ¿Podremos cambiar un país sin, por ejemplo, comenzar a entrar en bancos/cajas y sacar del pescuezo a todos los banqueros que viven a costa nuestra? ¿Podremos obligar a partidos políticos a cambiar leyes simplemente quejándonos en la calle? ¿Hará falta en algún punto la violencia, y si es así, quién estará dispuesto a seguir adelante con este despertar? ¿Es la violencia el único camino o creéis en una revuelta totalmente pacífica?
Seguiremos el curso de los acontecimientos. Por ahora, creo que lo más importante es que la conciencia del país, totalmente aletargada durante años, ha despertado. Es una pena que haya sido tarde. Pero ya dicen que nunca es tarde si la dicha es buena. A ver que pasa.
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