Posiblemente, uno de los mejores conciertos sonorizados hasta ahora. El equipo, un line array L-Acoustic, con unos subs de la misma marca, que sonaban a cielo. La mesa, la M7CL.
Desde el primer momento, el concierto sonó a cañón. Una batería clarísima y bien definida, un bajo gordo y unas guitarras que se hacían gigantes. Muy gigantes. Hacía mucho que no disfrutaba tanto sonorizando unas guitarras. Hubieron temas que sonaron perfectos, incluso el sonido llamó la atención algún técnico compañero que andaba por ahí esa noche.
Sensación maravillosa al acabar. Hace unos meses me costaba pillar el sonido del grupo, y ahora lo veo tan claro que no hay sitio que me asuste.
No Comment