Hoy llegué a uno de esos sitios que no me gustan, pero tuve la buena suerte de que estaba él y justo subía conmigo en el ascensor. ¿Nos conocemos? Sí sí… Ah, y vienes a esto… ¿Y cómo os llamais? Ah… veré qué puedo hacer. Otro año, te vienes antes y hablas conmigo…

Flipante. Uno tiene conocidos en las altas esferas (y me he dado cuenta que en muchos casos son admiradores de mi trabajo) y ni siquiera lo sabe. Supongo que algún día habrá que aprovecharse de todos estos buenos contactos, pero mientras tanto, así me va tan bien…