Si la de octavos, contra Australia (ganar de penalti injusto en el último minuto) fue una de las italianadas mayores de la historia, la de ayer la superó: ganar al anfitrión en semifinales en los dos últimos minutos de la prórroga, y encima por 2 a 0.
Eso sí, golazos, y con Italia jugando al fútbol, aunque fuera un poquito.
Hoy, sin que sirva de precedente, voy con Francia. Bueno miento, voy con Zidane.
Actualizado: Zidane 1 – Portugal 0, jeje.
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