Hacía ilusión sonorizar en Don Benito, tierra de grandes amigos y mejores conciertos.
El equipo era sencillo, 2 cajas y sub Meyer, y una Yamaha DM1000. Microfoneamos todo. El sonido durante la prueba era un poco matado y difuso. La sala se come bastante de la claridad en agudos. Por ello, decidí pasar por mesa las guitarras, para poder darles ese punto de brillo que se hacía completamente necesario. Ayudó (y mucho) los Sennheiser E906 que me proporcionó el técnico de la sala, muy majo.
El volumen fue alto, las cajas son un pelín chillonas, pero la gente amortiguó bastante y creo que quedó bien compensado y contundente. Buen concierto del grupo, para variar. Y otra gran noche en Don Benito.
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