Que bien lo he pasado con mis nuevos amigos Declan y Turlough y que rápido pasan las horas cuando la compañía es tan grata.
El miércoles en Barcelona ‘cubrimos gastos’ por primera vez en 5 meses (lo entrecomillo porque 30/60€ cayeron entre unas cosas y otras). Aun así, el concierto fue lo importante. Conocí a Luis de Her Only Presence, un gran tipo, y luego Declan y Turlough, a pesar de llevar tiempo sin ensayar, clavaron más de un temazo. Y eso que tuvieron problemas con la guitarra. Vendieron 10 discos.
En Madrid la cosa fue peor. Al llegar, no había técnico de sonido y faltaban algunos cables. Lo peor era que los micros se pinchaban en la mesa a través de las entradas de micro, no de linea, con lo que no se podía hacer mucho. El bar (Midada Club) es chulísimo y seguro que el sonido allí está genial si es pinchando música, pero no creo que esté preparado para conciertos a nivel profesional. Eso no quita que si compran una pequeña PA y una mesita con 8 canales para conciertos, allí se puedan montar buenos shows acústicos, y es que a pesar de todo, sus intenciones eran las mejores, sus dueños gente de puta madre y siempre es de agradecer que sigan habiendo sitios que intenten apostar por la música en directo.
Declan, en una decisión que nunca había visto, prefirió tocar 100% acústico. Me pidió que dijera al público que estuvieran en silencio y que participaran en ese concierto tan especial. Y vaya si lo fue. Era divertido mirar las caras de la gente ante ese cantarín tocando la guitarra sin enchufar. Vendieron 10 discos de nuevo, e hicieron muchos nuevos amigos, mientras yo pinchaba música para Mae de Peluze y para nadie más 🙂
Yendo a Cáceres nos pilló una tormenta de rayos. Uno de ellos golpeó el suelo y la explosión nos asustó, ya que fue muy cerca nuestro. Al llegar a Cáceres, volvieron las sonrisas que ya no se irían, pues ver a Javi, a Yiye, a Roberto… eso no tiene precio. Que grandes son y que bien nos organizan todo allí. El concierto salió bien, había gente y el sonido era bastante bueno. Eso sí, en la sala contigua la gente hablaba y eso hizo que Declan se perdiera en alguna ocasión. Normal. Vendieron 4 discos. El post-concierto fue divertido, con alguna copilla que otra (pocas, lo prometo) mientras Declan se encerró en el backstage a componer una canción. Luego fuimos a dormir a casa de Rober, de largo, mucho mejor que cualquier hotel del mundo mundial. Allí Yiye me comentó algo que desconocía, la muerte de Wiz, cantante de Ipanema, que me dejó bastante triste.
Al día siguiente comimos tapas en la parte antigua de Cáceres, a eso de las 4 de la tarde, y nos fuimos para Don Benito. Volver a ver el Rincón Pio Sound me hizo ilusión. La cena, como siempre, excepcional, y el concierto lleno hasta la bandera. Declan hizo algun tema nuevo que no había hecho en la gira y se le veia feliz. Turlough también estaba feliz (por el vino de la cena), y tuvo algún fallito que otro, pero sin problemas. Vendieron 31 discos, incluidos los comprados por Yiye para el Rincón. Memorable.
Para el post-concierto estaba previsto que yo pusiera música, pero no fue posible por desgracia para todos. Es algo que queda pendiente para el futuro próximo. La fiesta RinconPioSoundiense fue como siempre, intensa y sin límites. Yo me contuve, que al día siguiente tenía viaje, y no quería llegar al tren hecho una piltrafa. Por eso, cuando a las 4 de la mañana ya pedía agua, me miraban mal! 🙂
Estuve en el hotel hasta las 7, sin dormir, y me fui a pillar el tren. 13 horas de experiencia en un tren que pasa por pueblos de una España que no es la mía, pero que me fascina. La gente con su comida, sus gritos, sus conversaciones surrealistas… fue flipante. Entiendo que la gente no le guste el tren, o que 13 horas les parezcan mucho, pero yo disfruto escuchando y viendo situaciones que no son cotidianas para mí. Que gran viaje.
2 Comments
Declan es un crack, Turlough otro y el que escribe este blog es un tío formidable, mucho más que un crack. Gracias por todo. Ya estamos comprando una mesa y unos reproductores de los que nunca fallan. Lo dicho, impresionante, amigo.
Sois tal para cual. El Henry y el Chechu. Dos tíos que se visten por los pies. Dos tíos de los que ya no quedan. Dos imprescindibles.
Un abrazo para los dos.