No he hablado del bolo del sábado. Fue una noche bastante especial y muy significativa de lo que somos. Salvo Bad Music (bueno, casi todo Bad Music, grrrr!), María y Raúl Hedtrip, no hubo amigos, ni colegas, ni nadie de los que conocemos. Es curioso como teniendo tantos grupos, en la mayoría de conciertos nos sintamos tan sólos (sólos de colegas, ya se entiende). Es lo que tiene no estar de moda 🙂
La verdad es que tuvo mérito, en un día tan jodido, que pagasen 60 personas y que hubieran más de 90 en algunos momentos. Además, los grupos hicieron grandes conciertos y eso nos autodemostró el porque hemos tenido confianza en ambos (a pesar de ser 2 bandas que ‘no encajan en la escena’, ahi están, con un par…). Me sentí muy orgulloso de todos y me emocionó ver cantar a la gente con las 2 bandas. Es lo que tiene ser sensible, jeje.
Lástima que no pudimos pinchar en condiciones, y eso fue el único punto negativo de la noche. La verdad es que el viernes, que pinché sólo en el Sidecar tras el conciertazo de Lek Mun, me lo pasé como nunca, y firmé una horita de sesión muy entretenida, que al menos a mis amigos y a toda la gente que bailaba, que era mucha, les gustó. Ya repetiremos.
Bueno, seguimos adelante…
1 Comment
No sabes cuánto me alegro de que disfrutaras pinchando el pasado viernes en Sidecar (y de que te dejaran pinchar más de 20 minutos ;-P ).
Un abrazo.