Hoy en Sant Medir. Es una fiesta que se celebra especialmente en nuestro barrio, Gràcia, dónde collas de camiones y caballos pasan durante más de 2 horas (hay un pase por la mañana y otro por la tarde-noche) tirando caramelos.

Para nosotros es una fiesta especial. Núria y toda su familia llevan desde pequeñas participando. Sus abuelos eran de la colla dels Pilons, y ellas eran de las que tiraban caramelos. Desde que el señor Joan se fue, Sant Medir ha sido un día especial en el que el recuerdo se hace más presente.

Pero a pesar de que cada año hay lágrimas, ver a Núria en Sant Medir no tiene precio. Se vuelve una niña durante todo el día, grita a los que pasan para que les tiren caramelos (que luego recogen los de su lado porque ella se queda dando las gracias), va con su bolsa arriba y abajo, y se le va la olla como luego no lo hace durante todo el año. Mi teoría es que Núria gasta sus fuerzas del año en este día 🙂 Los amigos normalmente vienen a verla, porque ella es el espectáculo. A mi me hace gracia porque es el día que más se parece a la Núria de los 90, aquella que me enamoró.

Y así estamos, escribiendo esto y Núria ya metiendo presión porque nos vamos a coger caramelos…

Viva Sant Medir!