No creo yo mucho en eso de la mala suerte, pero ayer… jodo.

Tras una mañana seminormal, un poco de ahogos y toses varias, la cosa se complicó por la tarde. Así que tuve que ir de urgencias, dónde estuve casi 2 horas, un buen rato conectado a una máquina de esas de oxígeno. Según parece, tengo un ataque asmático mezclado con un constipado importante. Una bomba de relojería.

Llegué a casa por la noche (tras torcerme el tobillo llegando a casa), y simplemente, me ahogaba. Suerte que entre el Ventolín (me eché dosis a punta pala) y unas valerianas que me dió Núria, conseguí tranquilizarme y dormir. Luego me he despertado unas 100 veces, pero poco a poco he ido mejorando y me he despertado a la 1 estando relativamente bien. Ahora tengo tos, mocos, etc… pero parece ser que estoy algo mejor. Al menos ya no me ahogo y puedo respirar bien.

Seguiré informando desde la camita. Vaya mierda de revolución 🙂