Hay minutos, horas, días… que no deberían contar. La mañana de hoy es un claro ejemplo: no he hecho nada de nada, sólo estar. A mi me amarga estar sin estar. Es como si mi cuerpo estuviera presente, pero lo de dentro no funcionase. Y pasa el tiempo, y miras el reloj, y no entiendes porque te sientes así.
Sigo pensando que deberían existir los suicidios temporales.
1 Comment
suicidio temporal… interesante.