Estábamos desayunando en la zona del café, dónde siempre, y ha venido un tipo y se ha puesto a fumar un purito. En 2 minutos, una zona dónde 3 personas estábamos comiendo, se ha visto envuelta de humo, de ese que además, pega un pestazo absolutamente insoportable.
Como decía en mi post anterior, prohibir no es la solución, es un problema de educación y civismo. Una persona normal debe entender que fumar puros en una habitación de 3 metros cuadrados, con gente comiendo, es un acto de mala educación y una falta de respeto tremenda.
Ya que no he podido hacerlo, aprovecho para cagarme en su puta madre, por fastidiar la única hora del día que tengo para descansar.
6 Comments
Malditos puros!
Los carga el diablo.
yo…me hubiera tirado un pedako de campeonato a su lado…a ver ke hubiera pasado…:D
te juro por mis muelas que he estado a punto de hacerlo 🙂 eso sí, he abierto la puerta trasera de la empresa, y el tío estaba en manga corta, y estoy convencido que se ha ido con un frio de cojones,…
je,je,je….no se porque pero los pedos me hacen mogollón de gracia.
😀
Yo tengo el mismo problema en el bareto en el que almuerzo habitualmente: es muy pequeño, pero siempre hay a quien le da por encenderse su caliqueño o su purito. Como se da la circunstancia de que el dueño es amigo mío y me conoce (¡hola, Chus!), lo que hago es soltar un par de eructos (no veas cuando almuerzo bocata de tortilla con ajoaceite) de los de «acumula aire en el buche y sueltalo con la boca abierta y la campanilla en posición transversal, que suene y resuene», y en dirección al susodicho. Y cuando, como es natural, me mira estupefacto primero y con ganas de matarme después y me dice «¡Eres un guarro!», le contesto «Tú también». «¿Como que yo también?» «El puro…» «Oye, que no hay ningún cartel que ponga que no se puede fumar» «Ni tampoco ninguno que ponga que no se puede eructar» «Pero eso es cuestión de educación» «Y lo tuyo, fumar en un espacio tan pequeño sin importarle los demás, también» «Joder, podías haberme dicho que te molestaba y lo hubiera apagado» «Ah, pero ¿hay que decírtelo? Pues ahora me dices que te molestan mis eructos y dejo de echarlos, y en paz, ¿no? Y después me lo pides para los pedos…»
Por lo general no pasa de ahí, el tipo se da cuenta de que ha metido el zanco y se pira. Cuento con la ventaja de que algunos clientes más se suman a la protesta-cachondeo (ya me conocen, también 🙂 y le recriminan y afean su actitud.
La verdad de la verdad es que estoy hasta los mismísimos cojones de tener que ir pidiendo a esos maleducados que apaguen los cigarros porque molesta el humo, así que he pasado a la «solicitud activa»
[…] omo Eructus
Louis B. Cypher – 19-10-2005 19:26:23 | Categoria: General
Al hilo de una entrada en la magnifica Anyway the wind blows sobre la desconsideración de algunos fuma […]