Un día fui católico, pero la realidad (y la COPE) me obligaron a cambiar de idea.
Un día fui socialista, pero la realidad (y Zapatero) me obligaron a cambiar de idea.
Un día fui merengue, pero la realidad (y Luxemburgo) me obligaron a cambiar de idea.
No se si estoy cambiando de piel, pero soy muy diferente al que era hace un tiempo. Y me alegro de no ser otra víctima más de 3 sectas (la Iglesia, el PSOE y el Real Madrid) que no me aportan nada.
5 Comments
yo no sé lo que fuí pero si sé seguro que no sé lo que soy.
Y hablando de mutaciones, el 25 de septiembre en La Capsa de El Prat del Llobregat: NIÑOS MUTANTES!!!
¿adivina quien no se lo va a perder?
muassssssssss
Según lo cuentas, no he llegado a ser nunca ni socialista, ni merengue aunque en algún lejano momento era del Madrid. Estuve mucho más cerca de ser católica y fue de lo primero que conseguí alejarme del todo. El asunto es que estoy más que contenta de todo esto, pero cuando veo/hablo/observo a la gente «común», siento que llegados a este punto me resulta más complicado tener claro qué dirección es la correcta.
Juan Pablo segundo: Católico, iba de blanco y se crió en la polonia socialista.
Creo que ademas de la politica, la iglesia y el futbol hay muchas más sectas, como las corporaciones, la televisión, las modas, … Algunas son más sutiles…