Vaya 2 días en el Sonorama con Madee. Desde la llegada y los innumerables problemas con las pruebas de sonido, que casi nos llevan a negarnos a tocar, a comenzar el concierto 1 hora y media después de lo previsto, y tocar para unas 4000 personas. Fue flipante. Marc hizo el sonido como pudo, y aun así estuvo genial, con 4 violinistas que además de buenas músicas, eran unas tías geniales. Y lo mejor al final, cuando nos propusieron gira por teatros con esa formación… que gustazo.
Desde ahí, borrachera y desfase. Vaya noche. Acabé en el backstage con Marian de Astro y Pablo de Australian Blonde, hablando del estado de la música independiente. Pero hablamos mucho, o eso me pareció a mí.
Mientras tanto, a nuestro alrededor había líos, 2 Madees ligaron, y no fueron los únicos 🙂 Alguien que venía con nosotros tb ligó, y eso hizo que la noche pasara de ser divertida a ser brutal, porque el viaje de vuelta y la entrada al hotel fueron divertidísimas.
El sábado me levanté borracho, pero divertido, y nos fuimos a comer a un sitio estupendo, con unas chuletas de cerdo riquísimas. Y luego, siguiendo mis indicaciones y mis recuerdos, nos fuimos a orillas del Duero, a descansar. Fueron los mejores momentos del viaje, por el paisaje, los animales que habían por ahí, las fotos… y la sensación de que el mundo se había parado y nos habíamos quedado allí. Que relax…
Por la noche estuvimos de nuevo en el festi, y el frío nos amargó un poco la fiesta, aunque acabamos bastante contentillos de nuevo. Pero nada del otro mundo. Dormimos en el hotel, y ayer hubo viaje de vuelta, que fue un infierno absoluto y prefiero ni siquiera recordarlo.
En resumen, un buen fin de semana. Profesionalmente, el trato fue genial, nos pagaron todo, tocamos para mucha gente, conocimos y saludamos a muchos amigos del mundillo… un 10. Personalmente, fue la confirmación de una vuelta a la juventud (me emborraché y no tenía resaca, me rei, hice de Groucho…) y me gustó conocer a PaulaBad, una tía de puta madre.
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