El sábado se celebró el Funhouse 2005, un festival de música que, para que el que no lo sepa (que serán la mayoría), se celebra en una casa perdida en el campo, casa de los abuelos de un miembro de Nisei.

Lo cierto es que esperaba ese festival con muchas ganas. Me hacía gracia ver a (lo:muêso), Nisei, No More Lies, Margarita… juntos y de golpe. Mira, uno tenía esa ilusión…

El día comenzó en Blanes, celebrando el cumpleaños de mi suegra. Estuve excesivamente gracioso. Supongo que estar al lado del mar, con buena gente y buen ambiente, hizo mucho, pero yo tenía un día cómico a más no poder.

Por la tarde fuimos a Vilassar, y a pesar de ir por un camino no correcto, llegamos al Funhouse. El primer gran momento fue, sin duda, la megaostia que me pegué en la ‘silla blanca traicionera’. Fue buenísimo. Me senté, sin hacer nada, y la silla cedió y me caí al suelo ante la mirada de, mínimo, 30 o 40 personas. Por supuesto saludé al público lleno de vergüenza, pero me reí mucho.

Los conciertos no estuvieron mal. Los 2 primeros grupos eran algo más flojetes, y llegaron Cocodrilo, grupo de todo chicas. No me gustaron mucho, la verdad, pero la bajista era una ‘conocida’ nuestra. Decidí que se llamaba Arantxa, y toda la noche estuvimos con la coña de Arantxa… hasta que al final nos enteramos que se llamaba Miriam… pero sus indirectas (especialmente mientras pedíamos unos cubatas) se las llevó la muy cool…

Los conciertos se vieron reducidos por la presencia, ya habitual, de la policia. Así, Margarita y (lo:muêso) sólo tocaron 15 minutos cada grupo. Eso hizo que los triunfadores, de largo, fueran los The Joe K-Plan, que además de un duo cojonudo, eran unos tipos extraordinarios. Lástima no ser rico para editarles, a la voz de ya, un vinilo o un ep… son grandes.

A todo esto, nuestro grupo estaba formado por Núria, Cris, Luis Moya y su hermano David. Y nos reimos mucho. Demasiado en algunos momentos. Mi taja llegó a puntos escandalosos, aunque por suerte, no llegué a perder la compostura.

Eso sí, cuando nos ibamos (demasiado pronto para mi gusto… pero es lo que hay) llegó la segunda ostia de la noche. Nos fuimos por un camino de tierra, y al bajar un terraplén, caí con los 2 codos por delante. Y me los sollé, bien sollados 🙂

El viaje en el coche fue muy coñero, aunque lo cierto es que no recuerdo mucho. Por suerte, la bebida era de calidad, y al día siguiente no tuve resaca.

A pesar de que no ha sido tan genial como los últimos, el finde ha estado bien. Lo único que me noto cansadillo de nuevo, hoy comenzaré con el Pharmaton de nuevo a ver si me animo, aunque llegar al curro, y ver que los jefes no están… alivia.